La agencia británica Childwise ha realizado una encuesta entre 2.000 niños y jóvenes del Reino Unido, sobre los hábitos de consumo de contenidos audiovisuales. Esta investigación se realiza anualmente y las conclusiones que refleja contienen un alto grado de fiabilidad. Sus resultados muestran un cambio en los hábitos de los jóvenes con edades comprendidas entre los 5 y 16 años.
Su conclusión es que los niños y adolescentes ocupan más tiempo conectados a internet que viendo la televisión. Es fácil deducir que el tiempo que nuestros hijos pasan online seguirá aumentando y disminuirán las horas frente al televisor. La atención de los más jóvenes se centrará cada vez más en los dispositivos con conexiones online. En una encuesta realizada por la misma agencia en noviembre del año pasado quedó claro que YouTube era el canal favorito de los niños para el consumo de contenido audiovisual.
No nos confundamos. Los niños siguen viendo televisión pero de una forma distinta. A través de internet pueden elegir cuándo y dónde quieren ver su programa favorito. Solo un 25 % de los adolescentes con edades comprendidas entre los 15 y 16 años prefieren ver programas de televisión mientras se están emitiendo. La mayoría, el 75 %, eligen verlos a través de otros canales online.
Las posibilidades de conectarse a internet y ver su programa favorito cuándo y dónde el niño desee, deja a las cadenas de televisión a un nivel obsoleto.
Los más jóvenes pasan una media de 2,1 horas diarias frente al televisor y además pasan online más de 3 horas al día. ¡Y a medida que aumenta la edad, sube la media! Un adolescente está conectado unas 5 horas.
La conexión se realiza a través de distintos dispositivos como tablets, smartphones o portátiles.
En 2015, el número de niños que tenían en su poder una tablet subió hasta el 67 %, más del doble que los que tenían acceso a ellas en el año 2014. Este dispositivo se está imponiendo a los ordenadores portátiles: son más fáciles de transportar y tienen las mismas aplicaciones. Por eso los fabricantes de portátiles se han puesto las pilas y han inundado el mercado con unidades de gran calidad, más eficientes y asequibles.
Internet es el canal favorito de muchas de las actividades que ocupan el tiempo de los niños y adolescentes. Es ideal para jugar, escuchar música, ver vídeos o recopilar información para las tareas escolares. Los adolescentes lo utilizan también para conectarse a las redes sociales.
Es deber de los padres controlar o limitar el tiempo de conexión online, su seguridad y la idoneidad de los contenidos. La educación de los niños en la actualidad deberá contemplar la presencia de estas nuevas tecnologías.
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