La importancia de no fumar delante de los niños

Los papás y educadores sabemos que los niños son como esponjas que absorben todo lo que ven y lo que oyen. ¡Es parte del juego de la vida! Un niño tenderá a imitar siempre el comportamiento de los mayores. Por eso es muy importante convertirnos en su mejor ejemplo ya que lo que vean en nosotros influirá de forma directa en su educación y en el desarrollo saludable del niño.

En un tema como el tabaco hay que tener en cuenta que, además de un mal ejemplo, es un hábito pernicioso para la salud por lo que deberemos extremar las precauciones para proteger a nuestros hijos del humo del cigarrillo.

El hábito de fumar es muy adictivo. Si a eso añadimos que los niños imitan las conductas de los mayores, los hijos de fumadores tendrán muchas papeletas para convertirse en futuros fumadores.

Los riesgos de fumar delante de los niños son lo suficientemente graves como para no tomarlos en consideración. Si no quieres, o no puedes dejar el cigarrillo por completo, sí puedes tomar algunas medidas de precaución para no afectar la salud de los pequeños:

  • Desde antes del nacimiento el riesgo por la inhalación del humo ya es importante. Los médicos aconsejan no fumar durante el embarazo. Se incrementan las posibilidades de tener un aborto o que se produzca una muerte súbita y suele haber más complicaciones durante la gestación como desprendimientos o sangrados vaginales. Está comprobado que los bebés de madres fumadoras tienen menor peso al nacer.
  • Según la Organización Mundial de la Salud, la exposición continuada de los niños al tabaco tiene un efecto nocivo con consecuencias muy graves. Las muertes que se pueden atribuir a respirar humo son cada vez más elevadas.
  • Otro peligro potencial es el mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares desde la infancia.
  • Está comprobado que los niños que han estado expuestos al humo del tabaco en edades comprendidas entre los 8 y 10 años poseen mayores índices de masa corporal. Esto se traduce en cinturas más anchas y en sobrepeso. Se desequilibra el sistema endocrino y esa alteración influye en el peso y en el crecimiento.
  • El humo del tabaco en las viviendas incide negativamente en el desarrollo neurológico del niño. Puede ocasionar trastornos en su capacidad intelectual, en el movimiento o en el buen funcionamiento de nervios o músculos.

Como protectores de la salud de nuestros hijos debemos tener en cuenta las consecuencias que el tabaco puede provocar en ellos. Aléjalos del humo con medidas drásticas, y por supuesto no fumes en casa. Si te pueden las ganas sal al exterior o utiliza el jardín.

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