Las personas que en la infancia han crecido en un ambiente emocionalmente sano, llegan a la vida adulta como seres más felices y positivos. Casi todos conocemos algún hogar disfuncional en el que el respeto y cariño son casi inexistentes. Los miembros de la familia se comunican a gritos, insultos o son poco tolerantes con los demás.
Todo esto hace que el ambiente esté cargado de tensión e incomprensión. Eso significa que las emociones no se encauzan en el sentido adecuado. Algo que en guardería infantil Chiquilín intentamos evitar. Pensamos que para el futuro de los niños, no se trata solo de ofrecerles la mejor educación bilingüe: en nuestro centro infantil bilingüe ofrecemos una educación en valores en la que aprenden el valor del respeto y la tolerancia. Lo más importante es que sepan convivir en buena armonía y convertirse en personas respetuosas y responsables de su propia conducta.
Para una convivencia armónica hay que ser tolerantes y comprensivos. De esta forma las emociones serán una ayuda y un vehículo de unión, no un obstáculo para conseguir objetivos.
La inteligencia emocional permite mantener el equilibrio ante las situaciones conflictivas. Esto no significa que no puedan enfadarse y reaccionar de forma negativa ante ciertos conflictos. Se trata de mantener el control en las situaciones adversas.
Comunicarse en buen tono y ponerse en el lugar de los demás es fundamental para lograr una buena inteligencia emocional. Los niños aprenden que al sentirse bien con los demás, se sentirán bien con ellos mismos.
El papel de los educadores, y por supuesto, de los padres, es imprescindible en la formación del niño. A través de los adultos, perciben el mundo que les rodea. Resulta fundamental ser un buen ejemplo para que adquieran un correcto desarrollo sano y equilibrado que les permita potenciar sus cualidades.
Síntomas de un buen comportamiento emocional
Aunque no hay un comportamiento estandarizado, en general existen algunas señales que nos permiten vislumbrar si un niño posee un buen grado de inteligencia emocional.
- Se relacionan de forma natural y espontánea con personas de todo tipo y edad
- Desprenden energía positiva, felicidad y entusiasmo
- Saben escuchar y valorar opiniones que no sean las suyas
- Son capaces de exteriorizar sus sentimientos
- Son responsables de su propia conducta y se comportan de manera educada y respetuosa
- Saben controlar la frustración y los comportamientos impulsivos
sabe jugar y compartir sin mostrar conductas egoístas
Hay que tener en cuenta que cada niño es diferente y expresan sus emociones según sus propias características. Sin embargo las conductas enumeradas son un buen termómetro para marcar la temperatura emocional de los niños. Algo que en Chiquilín valoramos y potenciamos.
Chiquilín: Su futuro empieza aquí