Dar el pecho a tu hijo es sin duda alguna la mejor forma de alimentar a tu bebé. La leche materna contiene todos los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo y además estará inmunizado contra las enfermedades más comunes. Pero en algún momento el periodo de lactancia debe finalizar. Tu hijo comenzará a ingerir otro tipo de alimentos sólidos.
El momento del destete no tiene por qué ser algo traumático ni para ti ni para tu niño. Y ya que es inevitable… ¡haz que sea algo agradable y afróntalo con tranquilidad! Aquí te presentamos una serie de consejos para que lo consigas con éxito y sin agobios:
1.- Uno de los dos tomará la decisión. Puede que cualquier día tu bebé decida que está harto y aburrido de comer siempre los mismo y decida que ya es hora de de cambiar. Cuando le acerques el pecho lo rehusará. Tras varios intentos fallidos, comienza a introducir el biberón en su alimentación. El paso se producirá de forma natural, sin traumas y sin lágrimas por parte del bebé ya que es él quien lo está demandando.
En otras ocasiones es la madre la que toma la determinación por distintas circunstancias. Tómate tu tiempo y sé paciente. Tu hijo tendrá que adaptarse a la nueva situación y puede que el proceso sea largo.
2.- Realiza el tránsito de una manera progresiva. ¡Será más beneficioso para ti y para tu niño! Tus pechos dejarán de producir leche de forma paulatina y evitarás las temidas mastitis. Tu hijo se irá acostumbrando poco a poco a dejar de lactar y no supondrá ningún problema para él. Ten la seguridad de que estará bien alimentado y sus necesidades nutricionales cubiertas. Se va haciendo mayor y su organismo comienza a necesitar comer alimentos sólidos.
3.- Comienza utilizando algunos trucos que te ayudarán a lograr tu objetivo: sustituye una de las tomas por un biberón de leche artificial o de tu propia leche. A la semana siguiente sustituye dos tomas. Así poco a poco el cambio se irá realizando sin que ninguno de los dos os deis cuenta. Las últimas tomas a sustituir serán siempre la primera de la mañana y la de antes de irse a dormir.
4.- No le tengas mucho tiempo tomando el pecho. Ve disminuyendo la duración de cada toma. Compleméntalas, sobre todo a media tarde, con algún puré de frutas. Tu organismo reaccionará produciendo cada vez menos leche.
5.- Ten muy claro que dejar de amamantar a tu bebé no significa que tengas que romper los lazos de afectividad creados durante esta etapa. Sigue dándole los mismos mimos que antes, cógele, abrázale, háblale. Así no extrañará tanto el vínculo físico creado entre ambos mientras le amamantabas.
Puede que a pesar de todo ello tu niño no se acostumbre a la nueva situación. Piensa que quizá aún no ha llegado el momento y no te desanimes por ello. Antes o después, el momento llegará.
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